martes, 2 de agosto de 2011

Desilusión

Y se van cayendo los muñequitos de la repisa. Allá los tenías  a todos desde que eras chiquito. Tus ejemplos, tus modelos de vida. Arriba de todo, grandes e inmaculados, estaban tus viejos, fuente de toda razón y justicia. Inmediatamente abajo tus abuelos y algún que otro tío. Uno o dos primos, de esos que te fascinaban. Un par de compañeros de escuela, particularmente uno. Y los de la tele, claro. Pueden haber sido Tom y Jerry, Bugs y Lucas, Koji Kabuto, Oliver Atom, Go Ku, Barney, Pikachu, Carlitos Balá, el Capitán Piluso, Ben 10, Phineas y Ferb o Buzz Lightyear. Da lo mismo. Después los cambiaste por Lennon, Metallica o Britney. Y el Diego, claro. Cómo me voy a olvidar del Diego.
Pero un día lo sacaron al Diego en pelotas de un departamento en Caballito. Por ese tiempo te diste cuenta también de que tus abuelos estaban gagá, que tus compañeros eran unos pelotudos y que tus tíos no eran tan buena gente. Después empezaste a aburrirte con los dibujos de la tele, y viste a Britney gorda y a Lars Ulrich quejándose de las descargas por internet. Y en algún fucking miserable momento te diste cuenta de que tus viejos son un par de pusilánimes que se animaron a hacer bastante menos de lo que pudieron y el resto de lo que hubiesen podido ni siquiera sabían que era posible hacerlo.
Entonces el muñeco articulado de Buzz quedó solo empolvándose en la repisa.


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