sábado, 4 de diciembre de 2010

Sobre la sexta temporada de Lost

(Publicado originalmente en el foro La Sexta del Grupo de Rehabilitación para superar la abstinencia de LOST)



Mi teoría con respecto a Madre, reforzadas por las evidencias que da Irene sobre la imposibilidad de que ella se haga humo, es que ella simplemente era Cuidadora.
O sea, qué sabemos sobre los verdaderos poderes de los Cuidadores? Porque seguimos a Jack durante un par de horas que fue cuidador y tal vez no pareció que como cuidador tenga poderes especiales, pero yo creo que sí.
A ver, las cosas que hemos visto hacer a los cuidadores. Empecemos por Jacob, el primero que conocimos.
Sabemos que Jacob puede entrar y salir de la isla a voluntad. Es más, lo hemos visto aparecer en momentos específicos de la vida de las personas que en el futuro se iban a disputar su herencia. Porque Jacob estuvo en el primer robo de Kate, en el funeral de los padres de Sawyer, en la caida de Locke, en la boda de los Kwon y en la famosa primer cirugía de Jack, la del "1, 2, 3, 4, 5". Por otro lado, Una Ilana que hablaba en ruso no se sorprendió a ver a Jacob por allá, ¡hablando en ruso! Así que acá ya tenemos unas cuantas cosas:
1) Puede moverse con libertad a través del mundo. Quizás hasta teletransportarse.
2) Puede anticipar el futuro y conocer el pasado. Aunque hay que ver si siempre lo hizo. La llegada de Richard pareció tomarlo por sorpresa.
3) A Richard precisamente lo fajó con una facilidad digna de Tyson. Es posible que tenga que ver que Richard llevaba días sin comer, pero lo cierto es que lo hizo.
4) Tiene una ventana con forma de Faro que puede mirar a cualquier parte del mundo que el quiera mirar.
Entonces pienso en Jack, y en todas las cosas que hizo después de que Flocke le clavara una daga en el costado. O sea, es una herida bastante jodida. Tuvo que comprometer no menos de dos órganos. Sin embargo le alcanza la vida para patear a Flocke, volver hasta la fuente, pasarle la posta a Hugo, bajar por la cascada, poner el corcho en su lugar, bancarse la tormenta de electromagnetismo (que lo volteó y lo debería haber dejado en el suelo), levantarse, ir hasta el bosque de bambúes, caer en el mismo lugar donde se levantó tres años antes, ver pasar al Ajira 316 y cerrar un ojo. Digo, a mí me parece fuerza y/o resistencia sobrehumana todo eso.
Entonces yo me pregunto, por qué asumimos que madre no es capaz de causar semejante matanza por ella misma? Si no la pueden matar y ella tiene fuerza sobrehumana, tranquilamente pudo haberlos hecho mierda a todos.
Hasta donde entendemos, Jacob se dejó matar. Estaba cansado, así que buscó un sucesor y cuando llegó el momento se entregó, y sólo así pudieron matarlo. Porque Jacob también rompió las reglas.
Madre puso una regla clara: Ustedes no pueden dañarse uno al otro. No dijo nada de dañarla a ella. Pero cuando MIB mata a Madre (quién ya le había entregado el poder y no tenía nada que perder entonces, así que pudo simplemente haberse entregado a su hijo preferido, o al menos no haberse defendido) Jacob se sale de sí y mata a su hermano. Entonces al recibir el cuerpo del crimen como ofrenda, el mal que anida en el corazón de la isla (un lugar hiper luminoso porque solo así podría contener semejante oscuridad) escapó hacia el exterior y al no tener forma, tomó la forma del cuerpo que le ha sido ofrendado. Porque si nos fijamos, Smokey no toma cualquier cuerpo, sólo gente que ha sufrido una muerte trágica. Christian, borracho. MIB, Yemi, Alex, Locke, asesinados. Entonces claro, lo que Smokey quiere hacer es salir de la isla. Y capaz que nada más que eso. Porque en la isla es el todopoderoso Humo Negro, pero ya vimos que la muerte del cuidador recorta sus poderes, y sacar el corcho directamente lo vuelve mortal. Entonces capaz que hasta el pobre pibe solamente quería tomárselas y el turro del hermano, todavía con bronca acumulada en siglos por el asesinato de la madre, se había emperrado en no dejarlo salir.
Así que mis conclusiones son estas:
1º- El Cuidador tiene poderes sobrehumanos, tal vez no demasiado llamativos pero sí efectivos.
2º- El humo negro es anterior a los cuidadores y seguramente a la isla. Es liberado por el crimen de Jacob y toma los recuerdos y la personalidad del cuerpo muerto de su hermano, y luego de cada cadaver muerto en forma trágica que llegue a la isla.
Creo que tengo más, pero ya se hizo muy largo.

viernes, 12 de noviembre de 2010

It was twenty years ago (Paul en River)

Por aquellas épocas éramos tres: Julián, el Cuervo (QEPD) y yo. Al principio nos juntábamos en casa del Cuervo a aprender a tocar la guitarra. Julián había empezado con una profesora que a las cuatro clases aún no le había enseñado a afinar. Le expliqué en cinco minutos cómo se hacía (lo único que jamás le pude enseñar sobre el uso de las seis cuerdas) y a partir de ahí nunca más paró. Julián era John, el Cuervo era Paul y yo era George. El cuervo murió dos veces, Julián se convirtió con el tiempo en uno de mis dos mejores amigos. De hecho aún lo es. Pero no fue una amistad continuada. Fuimos y vinimos por distintos caminos durante mucho tiempo. Para diciembre de 1993 hacía algunos meses que no sabía nada de él. Y lo confieso: Yo era fan de John. Hoy veo que admiraba su actitud ante el mundo más que nada, y de hecho me debe haber marcado bastante en mi vida. Paul me gustaba, por supuesto, pero pensaba que como solista se había echado a perder. Claro, son cosas que pensaba cuando aún era un pendejo irreflexivo. Había decidido por todo esto no ir a ver a Paul a River. Pendejo irreflexivo, ya lo dije. El sábado 11 de diciembre leí en Clarín la crítica sobre el show del viernes 10. Y ahí me di cuenta de que era un boludo y que no podía perderme eso. En ese mismo momento me fui al Musimundo (no recuerdo a cual, pero podría haber sido en Alto Palermo) y de ahí sin escalas a River. En esa época se podían conseguir entradas por los canales oficiales el mismo día del show, eran otros tiempos. Caminé por Lidoro Quinteros hasta el Monumental y me puse a hacer la cola, solito como un boludo por no haber previsto las cosas.
Entonces, con más de media cola hecha, lo veo acercarse a Julián con dos pibes más. “Eh, estoy acá, pensé que ya no venían” le grité. Por supuesto que en ningún momento arreglamos nada, pero entre miles de personas que fueron al concierto justo me lo fui a encontrar a él. No pudo haber sido casualidad.
El concierto de 1993 fue impresionante, pero hoy no viene al caso. Lo importante del caso es que por esas vueltas de la vida a Julián dejé de verlo por más de diez años. Simplemente no supe más de él. Hace un año fue él quien me ubicó a través de Facebook. Nos dimos un buen abrazo en esa oportunidad. No fue mucho después cuando me dijo:
-Che, parece que el año que viene vuelve Paul.
-Vamos a tener que estar ahí entonces.i

Reconozco que no lo tomé del todo en serio. Pero este año el mismo día Julián y Lala me dijeron “Viene Paul el 14 de noviembre”. Debo reconocer todo lo que hizo Lala para que Julián y yo pudiéramos estar ahí, pero eso merecería otra nota completa. La cuestión es que Paul no tocó un hipotético 14 de noviembre que aún no llegó. Tocó ayer. Y una vez más estuvimos allí.
Como debía ser.

Julián y yo nos encontramos en Plaza de Mayo a las cinco de la tarde. De ahí tomamos un subte D que por supuesto estaba lleno. A la altura de Juramento en el subte apareció un mago. Sí, surrealista el asunto. Nos bajamos en Congreso de Tucumán y buscamos Monroe para salir a Libertador. En el camino encontramos un bolichito minúsculo atendido por un hincha de Boca donde nos clavamos un hermoso sánguche de milanga y cuatro birras, no fuera que nos banquemos todo el recital con la panza vacía. El dueño del boliche nos habló de todo, fútbol, música y seguridad. Después seguimos rumbo al estadio. Entramos rápido y sin problemas (la organización impecable) y al entrar al campo vi por primera vez el campo de River sembrado de sillas.
Acá quiero hacer un alto. Mi entrada decía “VIP trasero” y realmente me sentí importante. Tenía mi lugar asegurado en una buena ubicación, me movía libremente de mitad de cancha hacia el arco, y lo más importante: ¡baños químicos! ¡Después de cuatro litros de cerveza poder entrar a un baño químico sin hacer cola era estar en la gloria!
Apenas entramos salió al escenario Andrés Ciro. Hizo un muy lindo show acústico, y demostró grandeza y humildad al decir que después de telonear a Paul y a los Stones no tenía más que pedirle a la vida. Se ganó su lugar el pibe.

Y entonces en las dos pantallas de los costados del escenario comenzó a pasar un video para hacernos entrar en clima.
Paul no fue tan puntual como el miércoles. Parece que un flaco le construyó un bajo y se lo estaba dando. Pero finalmente salió.

Y ahí empezó la fiesta.

Se suponía que iba a empezar con Venus and Mars. Un buen tema. Pero no. La bienvenida fue con Mágical Mistery Tour. Y ahí estábamos todos en River, parados arriba de nuestras sillas, dispuestos a disfrutar de esa misteriosa y mágica gira a la que nos invitaba Sir Paul.
Quien por cierto, es un señor de 68 años. Quiero dejar esto claro porque conozco pibes de 20 con mucho peor estado físico del que demostró anoche este anciano. Durante tres horas Paul cantó, bailó, rockeó, habló y manejó el escenario como si hubiera nacido en uno. No me pidan lista de temas, si querían saber qué y en qué orden tocó hubiesen ido. Pero al contemplar la enorme variedad y cantidad de temas y estilos que tocó queda claro que ese hombre de camisa blanca y tiradores arriba del escenario es responsable de buena parte de la música de los últimos 50 años. Hubo de todo: rock (todo el tiempo), blues (el medley Let Me Roll It/Foxy Lady fue un verdadero lujo), pop (Say, Say, Say que supo tocar con Michael Jackson), Beatles, mucho Beatles. Hubo un Blackbird en que un tipo solo con su guitarra
sentado en un escenario a oscuras nos explicó qué era la belleza. Hubo una versión maravillosa de Something dedicada a su amigo George (repito: George era yo). El tan anunciado medley A Day in the Life/Give Peace a Chance que arrancó lágrimas y gritos entre los presentes. Hubo un tema como O-Bla-Di O-Bla-Da que hay quien detesta pero que no se llevó el premio al tema más pegadizo simplemente porque Paul tocó Hey Jude. Hubo la polenta rocker de Live and Let Die, que demuestra una vez más que Axl Rose es un pichi. Hubo Here Today, la canción que a McCartney le gustaría haberle hecho escuchar a Lennon en vida. Hubo momentos para llorar a moco tendido (casi todos, pero Yesterday, Let it Be y The Long and Winding Road eran especiales). Hubo momentos increíblemente románticos como cuando le dedicó My Love a Linda y a todo los enamorados. Hubo la permanente sensación de que no existe otro artista capaz de tocar tres horas un repertorio donde 35 temas de 40 son clásicos universales compuestos por él mismo y encima darse el lujo de dejar muchos más afuera.

Lo de la banda es aparte. El show particular del batero (Abe Laboriel, Jr.) fue un condimento inesperado. Los dos guitarristas(Rusty Anderson y Brian Ray) demostraron tener el talento y los huevos necesarios para ocupar el lugar que tenían que ocupar (vamos, que hay que tocar el solo de Something con Paul McCartney en el bajo). Y el tecladista multifunción Paul "Wix" Wickensen aportó la cuota necesaria de sonido y oficio para completar. Una banda compacta y masculina. No había coristas, no había bailarines, no había escenografía. Cuando hay talento no hace falta cotillón.

Paul habló mucho, y habló mucho en castellano. Se preocupó incluso por aprender modismos, así que nos trató de público “buena onda”. Sobre el final, antes de los bises, mostró una camiseta de la Selección Argentina de fútbol con el Nº 10 y el apellido McCartney en la espalda. Y después sí, el gran final. Una impresionante seguidilla de temas de los Beatles mezcla de emoción y polenta.

El último tema del show se llama The End y originalmente estaba al final de Abbey Road. The End fue el último tema que John, Paul, George y Ringo grabaron juntos. Y también fue el que Paul eligió para despedirse de Buenos Aires.
Pero cuando saludó dijo “Hasta la próxima”.
Ojalá sea cierto y algún día vuelvas, Paul.
Julián y yo vamos a estar allá.


Lista de temas completa. Una guasada, vean.



Magical Mistery Tour
Jet
All My Loving
Letting Go
Drive My Car
Highway
Let Me Roll It/Foxy Lady
The Long and Winding Road
Nineteen Hundred and eighty-five
Let'em In
My Love
I've just seen a face
Bluebird
And I Love Her
Blackbird
Here Today
Dance Tonight
Mrs Vandebilt
Eleanor Rigby
Something
Sign the Changes
Band on the Run
O-Bla-Di O-Bla-Da
Back in the USSR
I've Got a Feeling
Paperback Writer
A Day in the Life/Give Peace a Chance
Let it Be
Live and Let Die
Hey Jude

Bises
Day Tripper
Lady Madonna
Get Back

Bises II
Yesterday
Helter Skelter
Sgt. Pepper Lonely Heart's Club Band (reprise)
The End

lunes, 23 de agosto de 2010

Inception (una opinión)

Christopher Nolan se nos ha presentado siempre como un director inquieto. La mayoría lo conocimos con Memento, donde ya destrozaba las convenciones de la narración tradicional. Lo confirmó en Prestige, logrando un maravilloso juego de prestidigitación que no fuimos capaces de ver hasta el final. Incluso al hacerse cargo de la multimillonaria franquicia de Batman mantuvo su personalidad. Todo eso hace que Inception (estrenada en Argentina con el nombre de El Origen) venga cargada de expectativas. Y que los que hemos visto filmes de Nolan exijamos un nivel mínimo de calidad bastante alto.
Es que en tiempos en que todo pasa por la imagen, El Origen nos fue vendido como una sucesión de imágenes impactantes. Comenzando por la que vimos hasta el hartazgo tanto en cine como en televisión o en Internet. La ciudad que se dobla sobre sí misma. Reconozco que al verla por primera vez dije “guau” por el término exacto de cinco segundos. Vamos, todos vimos Matrix y a esta altura la espectacularidad visual es algo que puede impresionar pero ya no sorprender. Entonces, la pregunta que automáticamente me hice fue: ¿Cómo se inserta esa imagen en una estructura narrativa coherente?
De manera que fui a ver Inception con las defensas altas, pero con ganas de ser sorprendido. Lo primero que pude corroborar fue lo que ya venía imaginando antes de tener incluso la menor idea acerca del contenido del film: El Origen es una traducción muy pobre del título. Originación, como ha sido traducido el concepto a lo largo de la película, es mucho más acertado. El inducir el nacimiento de una idea en el subconsciente de otra persona a través de la invasión de sus sueños es un punto de partida con un potencial magnífico y que requiere de un desarrollo a la altura que no se satisface con una buena pirotecnia visual. Es entonces cuando Christopher Nolan demuestra su oficio.
Vamos a decirlo de una vez: Inception es una experiencia narrativa maravillosa, en la cual el espectador se ve inmerso en una trama construida a través de cinco niveles de desarrollo, en los cuales el director juega con las reglas del tiempo y el espacio pero por sobre todo con las de la mente. De sus personajes y de quienes están del otro lado de la pantalla.
Dom Cobb es el mejor en lo suyo. En los primeros minutos de la película se encarga bien de dejarlo en claro. Su rama es el espionaje industrial, pero no de una manera tradicional. Cobb se mete en los sueños de otras personas y desde allí roba ideas, algunas veces teniendo que llegar hasta lo más profundo del subconsciente de sus víctimas. Por supuesto, su accionar es clandestino, y lo ha llevado a tener que dejar de lado su vida personal. Y esto incluye a sus hijos.
Porque antes de ser fugitivo internacional Cobb fue amante, esposo y padre. Pero ahora ni siquiera puede volver a ver a sus hijos sin ir a prisión de por vida. Y ante la posibilidad de terminar con esa huida sin sentido, Cobb acepta el trabajo que da título al filme.
Avanzar más en la trama sería estropear la sorpresa a quienes no la vieron. Y El Origen es ante todo una película que sorprende. Por su sólida y extremadamente compleja estructura narrativa, diseñada con precisión de ingeniería. Por la actuación de sus intérpretes, con Leonardo Di Caprio a la cabeza (indiscutible referente de su generación) y un elenco de lujo donde cada personaje está ejecutado con la solidez que se merece. Por el ritmo que logra imponer el director, que no conoce de pausas desde el comienzo hasta el final, incluso para sentar las bases teóricas de la historia (indispensables para mprenderla). Por los distintos niveles de profundidad en los que Nolan nos sumerge sin que siquiera nos demos cuenta. Pero por sobre todo porque es una historia sumamente original, en una época en que la originalidad está casi pasada de moda.
Por supuesto que Inception no es un plato fácil. No es para verlo un sábado a la tarde en Telefé. Requiere del espectador un nivel de compromiso y concentración acorde a la complejidad de la trama, so pena de no entenderla. Perderse un detalle puede ser fatal. Esta bien, así son las buenas historias.
Como frutilla del postre, un guiño que a estas alturas es más que significativo. Sin incurrir en un spoiler, buena parte de la acción se desarrolla en un vuelo que va desde Sydney hacia Los Angeles. No parece casualidad.


El Origen: Ficha técnica.
TITULO ORIGINAL: Inception
ACTORES: Leonardo DiCaprio, Ellen Page . Marion Cotillard , Cilian Murphy, Ken Watanabe, Michael Caine, Joseph Gordon-Levitt, Tom Berenger.
GENERO: Ciencia Ficción.
DIRECCION: Christopher Nolan.
ORIGEN: Reino Unido, Estados Unidos.
DURACION: 142 Minutos
CALIFICACION: Apta mayores de 13 años