miércoles, 27 de octubre de 2004

Palabras escritas en caliente

Identidad. ¿Quién sos? ¿Cómo lo sabés? ¿Estabas ahí para comprobarlo? ¿Y quién te lo contó? ¿Y crees que sus palabras son dignas de confianza? Truman (true-man) lo creía. Tenía una fe ciega hacia lo que le contaban que era su vida. Sin embargo, Truman era cualquier cosa menos eso. Su vida era un invento, una mentira que se estiró por décadas. Porque aunque a veces cuesta entenderlo, suele ser así, con una frecuencia mucho mayor a la que nos imaginamos. Existe una “historia oficial”, generalmente escrita por el que tiene el poder para imponerla. Vamos, si Hitler hubiese ganado la guerra hoy no representaría la encarnación del diablo. Acá la historia oficial la escribió Mitre: Belgrano creó la bandera, San Martín cruzó los Andes y a esta patria la hicieron grande los hombres educados y pudientes como él. La verdad, las guerras civiles, los negociados de Rivadavia, la matanza de indios, está todo al alcance, pero sólo lo vas a encontrar si lo buscás, porque realmente no hay ninguna necesidad de que veas los trapitos sucios de esta Gran Nación. Bueno, y ni vamos a hablar de los grandes negociados y arreglos de la actualidad. Allí la mano cambia: hay necesidad de que no te enteres de todo eso. Quedate tranquilo y hacé tu vida: Yabrán se suicidó, María Marta García Belsunce tuvo un paro cardíaco, Menem Jr. se cayó con su helicóptero y la política es absolutamente transparente. Saber más que eso puede llegar a ser incluso peligroso.
¿Y por casa como andamos? Habitualmente, los grandes héroes, los próceres, los villanos, nos son presentados como seres absolutamente buenos o malos, monodimensionales, nada más lejano a lo que en verdad es un ser humano. Y en ese contexto, nuestros padres son nuestros primeros héroes. Ellos son los que nos cuidan, los que nos enseñan a andar por la vida, los que nos ilustran con la palabra y el ejemplo. Ante nuestros ojos de niño son perfectos y todopoderosos. Y cuando crecemos, esa admiración sobrenatural perdura. Empezamos a ver grietas, entendemos que son débiles y que un día van a morir, pero eso no los hace menos ideales. Joder, ¿qué hay más difícil que imaginar a nuestros padres cogiendo? Y en esa admiración, en esa confianza incondicional que le damos por su misma condición de padres, está el poder que tienen sobre nosotros. Ellos nos dieron la vida, y por eso su palabra es santa. La paradoja es que esa santa palabra es la única prueba que tenemos de que ellos nos dieron la vida. Los documentos se pueden falsificar, los hechos se pueden ocultar, y tal como Truman, podemos vivir en una perfecta mentira construida para que no sepamos realmente quienes somos. Nadie fue testigo de su nacimiento, y nadie puede tener ninguna certeza más que de su propia existencia.
¿Quién sos? ¿Estás segur@? ¿Realmente lo estás?

2 comentarios:

  1. Anónimo8:07 a.m.

    Very good...

    all us have to Remember...

    Don´t judge me

    You could be me in the other life.

    In another set of circumstances.

    Don´t judge me.

    One more night I´ll just have to take my chance.

    And tomorrow We´ll see...

    ANYTHING NEITHER NOBODY CAN STOP

    by www.alarmala.8m.com

    ResponderBorrar
  2. Anónimo8:14 a.m.

    "SOLO UN SEGUNDO EN EL TIEMPO SOMOS...

    O UNA BREVE HISTORIA

    CON MIEDO A TERMINAR,

    QUIZÁS ESTE TODO ESCRITO

    Y NO SE PUEDA CAMBIAR...

    SOLO PIDO UNA OPORTUNIDAD!

    CAÍMOS EN EL TIEMPO

    SIN PODERLO CONTROLAR

    ENVIDIAS Y COMPLEJOS HACEN LENTO EL CAMINAR...

    UN SEGUNDO SOLO UN SEGUNDO NADA MÁS!

    LA VIDA ES UN REGALO QUE DEBEMOS CUIDAR

    EL TIEMPO QUE ES MUY DIFÍCIL

    DIFÍCIL DE ACEPTAR...

    ES QUE SOLO SOMOS UN SEGUNDO

    UN SEGUNDO NADA MÁS..."

    (080702) Arr. by Alármala No More, from un segundo en el tiempo de Cristian Castro

    ResponderBorrar